Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.

Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

un poema para esta mañana lluviosa...



Intenciones
No intento ser el gran amor de tu vida,

ese que te exige, te demanda y luego te olvida.

Simplemente intento ser ese que disfrutacada instante,

cada segundo de tu compañía.

Ese que en aquella noche de veranobajo un cielo repleto de estrellas,e

ncontró en un abrazo, en un beso tuyo,

la felicidad que creía perdida.

No quiero ser tu dueño,

tu pastor, tu guía,

ese que te dice lo que tienes que hacer y luego te margina.

Simplemente intento ser ese que te quiere y te mima.

Ese que en aquella madrugada de desvelo,feliz, extasiado,

intensamente disfrutóde la paz de tu rostro mientras dormías...

No me interesa ir de visita por tu vida,

ser el gran señor que te llena de cosas

por fuera y por dentro te vacía.

Sólo intento ser el que te provoque una sonrisa,

ese que aquel día poniéndose romántico,

enmarcó la belleza de tu rostroy le escribió una dulce poesía.

No me gustaría ser ese que de rodillas suplica tu amor,

ese que te tortura y lastima con su fuerte obsesión.

Solamente ansío ser aquel que naturalmente desees,

ese que en una impensada y casual nochefue dueño de tu confianza por única vez,

protagonista sin ninguna restricciónde la completa entrega de tu pasión.

Sólo intento ser aquel que te pueda enseñar:que quizás exista el amor eterno,

que tal vez la felicidad tenga dueño,

que cada instante compartido puede ser un mágico sueño del que no se quiere despertar...

Sólo pretendo ser únicamente yo,

ese loco perdido que te quiere,

ese poeta que se anima a decir

sin miedos todo lo que siente:¡Te amo intensamentecómo ayer,

cómo hoy,cómo lo haré siempre!


(Fabián Ruiz)
Del libro PoemasdeAmor.com.ar: En la piel de tus deseos

1 comentario:

  1. Agradecida por tu enlace...te he enlazado también.
    He dado un "vuelo" sobre tus post y me he quedado aquí..en "El beso" de Robert Doisneau...siempre me ha gustado esa foto captada entre los ires y venires...desde la terraza de un "bistrot" parisino...
    Qué importa que no fuese el azar!
    Qué importa el posado!....importa el momento.

    Un abrazo. María.

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